Publicado en la revista MisiónPyme de diciembre de 2009
Colombia es un país de emprendedores. Así lo ratifican los estudios Global Entrepreneurship Monitor (GEM); en su última edición (2008) el país aparece clasificado en el puesto tres entre 43 naciones por su tasa de actividad emprendedora.
Además, Colombia ocupó el segundo lugar en el indicador de nuevas empresas que esperan crear más de cinco puestos de trabajo en los próximos cinco años y el primero en las que esperan crear 19 o más puestos de trabajo.
Otro resultado interesante es la tendencia descendente que registra la tasa de cierre de empresas del país. Mientras que en 2006 tenía la segunda más alta, en 2008 registró la décima.
Estos resultados son positivos, pues entre mayor sea la creación de empresas y menor su mortalidad, más importante será su impacto en el crecimiento económico y en la generación de empleos. Por eso el país debe seguir fortaleciendo todos los instrumentos que incentiven el emprendimiento y lo orienten hacia la formalidad.
Este último aspecto es un lunar en el buen balance de emprendimiento. Según el informe GEM Colombia 2008, sólo el 17% de las nuevas empresas con edad inferior a 42 meses es formal. Aun cuando ese indicador refleja un avance respecto al del año anterior (13.9%), predomina la informalidad con sus consecuentes impactos negativos en la productividad del país y en la calidad del empleo.
Entre los diversos aspectos de la política de formalización que adelanta el gobierno, cabe destacar tres medidas del último año: la figura de la sociedad por acciones simplificada (SAS), la gradualidad de los parafiscales y el acceso prioritario de las mipymes a las compras públicas.
Mediante la SAS el país evoluciona en materia de organización societaria hacia un modelo más sencillo y más flexible para todos los tamaños de empresas. Según el Mincomercio, “las empresas familiares y pequeñas cuentan ahora con una estructura societaria que pueden adaptar perfectamente a sus necesidades particulares”. La respuesta de las empresas ha sido entusiasta; entre diciembre de 2008, cuando entró a regir la Ley 1258, y octubre del presente año, se han matriculado 10.288 SAS en las cámaras de comercio.
El Decreto 525 de 2009 estableció un mecanismo gradual en los parafiscales con el fin de aliviar este costo, que las nuevas empresas han identificado como uno de los obstáculos a la formalidad. Con esta norma, se paga el 25% de los parafiscales en el primer año, el 50% en el segundo, el 75% en el tercero y sólo a partir del cuarto el 100%. Hasta septiembre de 2009 se han acogido a este beneficio 432 empresas.
El Decreto 3806 de 2009 reserva para las mipymes creadas hace más de un año el acceso a licitaciones de las compras públicas de cuantía inferior a $372 millones. Es un mercado de $6 billones al cual pueden acceder las empresas formales de este segmento empresarial.
El mensaje para los emprendedores es claro: Aprovechar los incentivos para crear más empresas formales.
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