Publicado en Portafolio el 8 de enero de 2013
El título puede sonar un tanto extraño o excesivamente optimista cuando se observa que las exportaciones pasaron de un crecimiento del 43% anual en 2011 a uno que probablemente esté en el 7.5% en 2012.
Pero insisto en que es bueno por varias razones. Una, porque las exportaciones totales sobrepasarán el nivel de 2011, y será la cifra más alta en la historia económica de Colombia. Una proyección reciente del BID (“Estimaciones de las tendencias comerciales de América Latina 2012”) calcula su monto en US$61.200 millones; mientras que las exportaciones del conjunto de América Latina apenas se incrementan el 1.5% anual, las colombianas crecen a un ritmo cinco veces mayor.
Otro aspecto sobresaliente en la proyección del BID es que Colombia y Costa Rica son los únicos países de la región que crecen sus exportaciones a todos los grupos de destinos seleccionados por este organismo: Subregión (CAN en nuestro caso), Resto de América Latina, EEUU y Canadá, Asia, Europa, y Mundo.
Dos, porque las exportaciones no minero-energéticas, superarán los US$16.700 millones, cifra mayor al registro del año anterior y muy cercana a la meta de US$16.800 millones establecida por el gobierno para 2012. Dentro de ellas cabe destacar el continuo crecimiento de las exportaciones industriales tanto en valores como en volúmenes, en contravía de los augures de la catastrófica enfermedad holandesa, que presuntamente ya está sufriendo la economía colombiana.
De hecho, quienes pregonan que Colombia está experimentando la enfermedad holandesa deberían explicar cómo las exportaciones industriales mantienen una tendencia creciente, solamente interrumpida por la crisis mundial de 2008-2009 y el cierre del mercado venezolano, en un escenario con marcada tendencia de apreciación de la moneda.
Tres, porque esos resultados se dan en una coyuntura internacional muy compleja, derivada de las situaciones particulares de la Unión Europea, Estados Unidos y las principales economías emergentes.
Las economías europeas entraron en recesión; pese a que están alejando el fantasma de la quiebra del euro, las proyecciones muestran que la Unión Europea cerró el 2012 con tasas negativas de crecimiento y que ellas se mantendrán durante el 2013.
La economía de Estados Unidos no despegó. Aun cuando las cifras de crecimiento del tercer trimestre de 2012 fueron buenas, el ambiente positivo que generó esa noticia tendió a diluirse en el último trimestre por el problema del abismo fiscal (aumentos automáticos de impuestos y recortes de gastos a partir de enero, que pueden ocasionar una nueva recesión en este país). Los juegos de poder entre demócratas y republicanos no permitieron un acuerdo antes de terminar el 2012, aumentando la incertidumbre sobre la forma en que se afrontará el abismo en el primer mes de 2013 y sobre su potencial impacto en la dinámica del PIB.
China, India y Brasil perdieron ritmo, y los precios internacionales de los productos básicos descendieron, aun cuando se mantienen en niveles altos. En el caso de China, la pérdida de dinamismo de la demanda en las economías desarrolladas no pudo ser compensada por el crecimiento del mercado interno, a pesar del supuesto impulso que se le viene dando, justamente para reducir la vulnerabilidad de esta economía a las fluctuaciones externas.
En el caso de Brasil, a los factores estructurales que limitan su crecimiento, como, por ejemplo, los problemas de competitividad y los bajos niveles de inversión, se suman los problemas que acarrea la coyuntura mundial. Las medidas de reactivación adoptadas por el gobierno han tenido escaso impacto, por lo que a finales de diciembre el Banco Central revisó a la baja el crecimiento estimado de 2012 del 1.6% al 1.0%.
Cuatro, porque el comercio mundial se desaceleró rápidamente. Las estadísticas de la OMC muestran que en el acumulado de los tres primeros trimestres las exportaciones mundiales se contrajeron en 0.2% con relación a igual periodo del año anterior. La evaluación por trimestres muestra la continua pérdida de dinamismo, al punto que en el tercero cayeron en 4.2% anual.
En el caso de Colombia las exportaciones crecieron 7.6% anual en el acumulado de los tres primeros trimestres y se contrajeron en 0.1% en el tercero (pero en octubre crecieron 4.8% anual).
Es notable el contraste con lo registrado en los 27 países de la Unión Europea: –5.6% y -8.5% en los mismos periodos. De igual forma, en América Latina nueve países tuvieron variaciones negativas en ambos periodos. Un comportamiento similar se observó en Japón, India, Indonesia, Nueva Zelanda, Australia, Corea del Sur, Malasia, Singapur, Taiwán y Tailandia.
En síntesis, a pesar de la pérdida de dinamismo de las exportaciones, Colombia se diferencia no solo de países de la región sino de un grupo importante de economías de otras latitudes. Una vez más se comprueba la resiliencia de la economía colombiana a los choques externos… y ella no es producto del azar.
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