Publicado en el diario La República el jueves 26 de enero de 2012
Una destacada entidad de análisis afirmó recientemente que la producción industrial de 2012 puede registrar un menor crecimiento que el observado en 2011. Aun cuando hay factores positivos, tendería a predominar un grupo de elementos negativos, “enmarcado en un proceso de desindustrialización acelerado que ha afectado al país en los últimos años”.
No es claro que la presunta desindustrialización sea un marco o un factor causal. Por lo menos, las definiciones tradicionales no coinciden con las mediciones reales.
El análisis de la participación del valor agregado industrial en el PIB total de Colombia durante el presente siglo, muestra que ella aumentó continuamente desde 13.6% en el 2000 hasta 14.2% en 2007. Aun cuando la ganancia es modesta, contradice el concepto de desindustrialización.
En 2008 y 2009 la participación industrial se redujo hasta 13.0% y en 2010 fue de 13.1%. Esto se explica por la suma de factores que causó una crisis en el sector industrial y no en otros sectores: la crisis mundial, la política antiinflacionaria que adelantó el Banco de la República desde abril de 2006 y el cierre del mercado venezolano, que llegó a comprar el 40% de las exportaciones manufactureras del país.
Es evidente que la situación de esos dos años debe ser atribuida a problemas coyunturales. Por lo tanto, habrá que esperar a la superación del complejo panorama mundial del presente año para ver si la participación industrial recupera la tendencia de los primeros años del presente siglo; mientras tanto es difícil sustentar la hipótesis de desindustrialización.
Otra variable usada para verificar la existencia de desindustrialización es la menor participación sectorial en la generación de empleo.
El análisis de la Gran Encuesta Integrada de Hogares del Dane muestra que en el periodo 2001-2011 sólo tres sectores ganaron participación en la población ocupada: construcción; transporte, almacenamiento y comunicaciones; y actividades inmobiliarias. Los demás, o se mantienen relativamente estables o pierden participación.
En el caso de la industria, su peso relativo ha fluctuado en un rango entre el 12% y el 14%, con aumento en los periodos de crecimiento de la producción y reducción en los de desaceleración. El nivel más bajo se registró en junio-agosto de 2010 (12.3%), pero desde entonces ha vuelto a una tendencia ascendente, que ubica su participación en el 13.7% en septiembre-noviembre de 2011, superando levemente la observada a comienzos del siglo (13.1%). Incluso, el último dato disponible indica que en el año completo la industria fue el principal generador de ocupación en el país, con un aporte del 24% del total.
Por lo tanto, los datos de empleo tampoco corroboran la hipótesis de “acelerada desindustrialización” del país.
Un último aspecto que la entidad de análisis considera como manifestación de la desindustrialización es el aumento de participación de los “commodities” en las exportaciones totales (“cerca del 75% de las exportaciones”, según sus cálculos).
La pérdida de participación no implica per se que las exportaciones industriales de Colombia caigan en valores absolutos. Las cifras muestran un crecimiento continuo durante el presente siglo, tanto en volumen como en valores, con excepción del periodo de la crisis o de los episodios de restricción comercial en Venezuela. Excluido este último país, las exportaciones industriales ya superaron los niveles previos a la crisis y lo hicieron en un escenario de revaluación.
No se pretende desconocer los riesgos de enfermedad holandesa, ni los impactos de un probable deterioro de la economía mundial; pero ciertamente no es un problema de desindustrialización lo que podría ocasionar un menor crecimiento de la industria en 2012.
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