Publicado en Portafolio el 17 de enero de 2024
Un factor común en 2023 y 2024 es la persistencia de crisis simultáneas que se retroalimentan. Algunas de ellas se superaron (logística de puertos y contenedores, freno a la inflación) en tanto que otras se extenderán al presente año. Aquí resalto las de mayor impacto.
Hay una tendencia ascendente en la ocurrencia de siniestros naturales. Comenzando por los temas del clima, el 2023 fue el año más caluroso de la historia desde que existen registros de esa variable y, según el Proyecto Copernicus de la Unión Europea, el 2024 puede serlo aún más. En 2023 la temperatura fue 1,48°C superior al periodo preindustrial 1850-1900 y se proyecta que en febrero será 1,6°C mayor. Una consecuencia fueron los voraces incendios forestales ocasionados en Canadá, Chile, Grecia y Hawái, entre otros.
Respecto a los desastres naturales, en 2023 se registraron pérdidas superiores a USD 250 billones, de las cuales solo estaban aseguradas el 36%, según Munich Re; además causaron la muerte de 74 mil personas –la mayoría por el terremoto de Turquía y Siria–, nivel superior a la media de los últimos cinco años, que fue de 10 mil personas. Resaltan también las devastadoras inundaciones en Brasil, República Dominicana y Estados Unidos, principalmente.
En el plano geopolítico el escenario sigue complejo. Las tensiones China–EE.UU. aumentan día a día y serán mayores con los recientes resultados electorales en Taiwán.
A la inesperada duración de la invasión rusa a Ucrania, se sumó el conflicto entre Israel y Hamás, que ya bordea los 25.000 muertos, en los que la mayoría son mujeres y niños. Existe una fuerte polarización global en torno a los contendientes y hay hechos que pueden escalar el conflicto, como la muerte del segundo de Hamás en ataque con explosivos en Líbano, el asesinato de más de 80 personas por el Estado Islámico en Irán y los ataques de milicias hutíes a embarcaciones en el Mar Rojo.
Este último hecho desencadenó acciones armadas de Estados Unidos y Gran Bretaña contra objetivos de esas milicias en Yemen. Como consecuencia, los volúmenes de comercio con contenedores a través del Canal de Suez cayeron en 90% y las grandes compañías optaron por circunnavegar África, por lo que los fletes se incrementaron más del 150%.
Los problemas marítimos no paran ahí, pues los bajos niveles del lago Gatún forzaron a las autoridades del canal de Panamá a restringir el flujo de naves, especialmente las más grandes. Esta lista corta dará mucho de qué hablar en 2024.
Dependiendo de su evolución se pueden afectar variables como la inflación, el comercio internacional y el crecimiento económico globales y generar dramas de diversa índole entre las poblaciones afectadas.
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