Publicado en el diario La República el 26 de febrero de 2012
Las exportaciones colombianas alcanzaron una cifra récord en 2011: US$56.954 millones y su crecimiento anual (43%) fue uno de los más altos del mundo.
Aun cuando gran parte de esa cifra es explicada por los minero-energéticos, los demás productos registraron la nada despreciable tasa de crecimiento del 29% anual. Esta variación es superior a la registrada por las exportaciones totales de 57 de las 70 economías incluidas en las estadísticas mensuales de la OMC.
Esta sería una noticia de primera plana en cualquier economía del mundo. Sin duda, es un excelente resultado en un escenario complejo, con creciente riesgo de crisis económica del mundo desarrollado, presiones revaluacionistas y deterioro de la infraestructura vial por un crudo y prolongado invierno.
No obstante, no faltan redactores o analistas aguafiestas. Puesto que se afirma que “en economía todo es relativo”, es muy fácil encontrar la forma de “demostrar” que un resultado aparentemente bueno, no lo es. Y esto rinde dividendos en términos de lectores en un entorno con fuerte tendencia a menospreciar lo propio.
Un truco usual es la comparación con otros países; por ejemplo, qué importa un crecimiento de la economía colombiana de 5.5% o 6.0% en ese escenario complejo, si Chile, Argentina y Perú crecieron más, y China está creciendo al 9% o 10%.
Con el reciente dato de las exportaciones no resultó fácil usar esta “técnica”. Quizás percibieron que Colombia tuvo uno de los mejores desempeños en el mundo y que no es muy vendedor un titular enunciando que Kazajistán, Estonia y Bielorrusia fueron las pocas economías que crecieron las exportaciones más que las colombianas.
Pero siempre hay otros trucos disponibles: la comparación con la propia historia, tomando el mejor dato posible. Por ahí sí es: 2008 fue el año record en exportaciones “no tradicionales”; y aun cuando 2011 estuvo cerca de ese nivel, no lo alcanzó.
Listo el titular “Baja peso de ventas no tradicionales, pese a record exportador”. Y el desarrollo: “El descenso en la participación de las ventas no tradicionales se produjo de manera simultánea con una reducción de este tipo de exportaciones en términos absolutos (12,3 por ciento, según los datos hasta noviembre)”.
Leídos textualmente, dan a entender que en 2011 esas exportaciones tuvieron un valor en dólares inferior al de 2010; ese es el análisis típico del comercio internacional, en el que las comparaciones se hacen con el año anterior (igual es la práctica con el crecimiento económico, los utilidades de las empresas, la inflación, y muchas más). Pero no. ¡La referencia del redactor es 2008 y no lo compara con todo el año 2011!
Siempre es válido tomar como referencia el año de mejor desempeño. Lo que no es habitual es acudir a él para destacar una caída absoluta cuando se toma el dato parcial del último año (noviembre y no diciembre que ya esta disponible). Tomando los dos años completos, la caída en dólares es el 2.6% y no el 12.3% que sale de comparar el acumulado a diciembre con el acumulado a noviembre.
Además, para “demostrar” la caída relativa de las “no tradicionales” no es necesario devolverse a 2008: ellas pasaron del 36.3% del total exportado en 2010 al 30.1% en 2011. No obstante, en dólares crecieron 18.7% (¿razón para usar 2008?).
Muchas explicaciones se le quedan debiendo a los lectores sobre las exportaciones “no tradicionales”: 1. La caída con relación a 2008 fue ocasionada por la crisis mundial y el cierre del mercado venezolano. 2. La del año pasado y antepasado se deben al notable repunte de los precios internacionales. 3. Pero en términos absolutos vienen en franca recuperación por las decisiones de los empresarios y el fuerte apoyo del gobierno para diversificar mercados.
… Muchas deudas.
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