“Unbanked”

miércoles, 23 de junio de 2010
Publicado en el diario La República el 10 de junio de 2010

En la década del sesenta, los trabajos de Raymond Goldsmith, John Gurley y Edward Shaw establecieron la relación que hay entre el sector financiero y el desarrollo económico.

Desde entonces los gobiernos adoptan políticas orientadas a aumentar el indicador de profundización financiera (coeficiente de cartera o activos sobre el PIB).

Pero más recientemente surgió una nueva preocupación al observar que una parte considerable de la población no tiene acceso a los servicios financieros, incluso en las economías desarrolladas; a esa población se le denomina "unbanked", término que se ha traducido como "no bancarizada".

Usualmente los no bancarizados son las personas más pobres de la sociedad que no están en capacidad de asumir los costos de los servicios financieros (cuota de manejo, o retiro por cajero electrónico). Su situación se acentúa con la tendencia de los establecimientos financieros a no ubicar oficinas en los sectores más pobres; esto desanima a los potenciales clientes por los elevados costos de movilizarse a sucursales lejanas (transporte y tiempo).

En las economías que han implementado instrumentos para bancarizar esta población, se han observado mejoras notables en su calidad de vida. Mientras que los no bancarizados "ahorran" comprando activos (joyas, electrodomésticos, etc.) y deben asumir elevados costos para recuperar la liquidez cuando la necesitan, los bancarizados pueden proteger sus ahorros mediante diferentes productos de captación rentables y con bajos costos de liquidez.

Los primeros se vuelven esclavos del "gota a gota" para financiarse, lo que les impide cualquier mejora real de sus condiciones de vida. Entre tanto, los bancarizados pueden acceder al crédito formal, que les permite la adquisición de bienes o servicios difícilmente alcanzables de otra forma: vivienda, educación, mejoras locativas, vehículo para un negocio, y capital de trabajo para microempresas, entre otros.

Como consecuencia del convenio sobre microcrédito de 2002 entre el gobierno y el sistema financiero y del programa de Banca de las Oportunidades, en Colombia han empezado a mejorar los indicadores de bancarización. Las estimaciones más recientes de la Asobancaria señalan que los niveles de bancarización de la población mayor de 18 años pasaron del 47 por ciento en junio de 2006 al 57 por ciento en diciembre de 2009. Y alrededor de 1.6 millones de microempresarios recibieron por primera vez un crédito formal.

Es un avance notable, que mejora la calidad de vida de muchas personas y las conecta con los beneficios del crecimiento. Pero aún queda más del 40 por ciento de adultos sin acceso a los servicios financieros, lo que implica mayores esfuerzos y productos financieros novedosos para consolidar esta revolución silenciosa.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buen articulo, ademas pienso que los sistemas financieros deberían ser mas conscientes en el precio que uno como usuario tiene que pagar por manejo de cuenta en los bancos, ya que muchos de ellos sobre pasan el monto a cancelar.
diana quintero