Inteligencia migratoria

viernes, 22 de agosto de 2025

 

Publicado en Portafolio el 22 de agosto de 2025.

La migración enfrenta dos corrientes contrapuestas: la floreciente xenofobia del mundo desarrollado y la creciente emigración desde países en desarrollo por la violencia y la falta de oportunidades.

En ambos casos hay factores comunes: el ascenso del populismo, la pasividad de los gobiernos para apaciguar la antimigración y el menosprecio a los impactos económicos; además, algunos países aplican políticas autoritarias. El Peterson Institute estima una reducción del PIB de EE.UU. de 1,2% en 2028 si deportan 1,3 millones de personas (“Mass Deportations Would Harm the US Economy”, 2024).

La inmigración tiene efectos positivos en crecimiento económico, oferta de empleo, consumo, mayor orientación al emprendimiento respecto a la población local y amortiguamiento de las tasas negativas de natalidad y de envejecimiento poblacional. Según el McKinsey Global Institute los migrantes generaron el 9,4% del PIB mundial en 2015, aun cuando solo representaron el 3% de la población mundial (“People on the Move: Global Migration’s Impact and Opportunity”, 2016).

El Migration Policy Institute afirma que en EE.UU. “los inmigrantes participaron en el desarrollo del 30% de las patentes en industrias estratégicas en los últimos años, y más del 40% de las empresas de la lista Fortune 500 fueron fundadas por inmigrantes” (“Immigrants and the U.S. Economy”, 2024).

Para la Zona Euro, el FMI estima que los migrantes contribuirán con un aumento del 0,5% al PIB potencial en 2030; esto equivale a cerca del 50% del incremento total estimado (“Migration into the EU: Stocktaking of Recent Developments and Macroeconomic Implications”, 2024).

Por contraste, escasean los estudios sobre los costos de la emigración para las economías en desarrollo. Se resaltan los beneficios de las remesas, pero no se miden los efectos negativos de la pérdida de capital humano en el crecimiento económico; tampoco se tienen en cuenta las tendencias de envejecimiento ni las inminentes caídas absolutas de la población, como se anticipa que ocurrirá en Colombia en los próximos años.

El caso colombiano es dramático y demanda medidas urgentes. Según el Internal Displacement Monitoring Centre, en los años 2022 y 2023 se registraron los números más altos de personas desplazadas forzosamente por el conflicto y la violencia de los últimos 15 años (338.665 y 293.191, respectivamente). Como contraparte, no tiene el país una política migratoria y, hasta antes de la masiva migración venezolana, éramos uno de los países más cerrados del mundo a esos flujos.

Conclusión: es evidente la poca inteligencia de los países desarrollados con la inmigración y de los países como Colombia tanto en la emigración como la inmigración; la violencia expulsa miles de familias y no hay una política de atracción de personas con alta formación que permitan amortiguar los efectos del envejecimiento y la reducción de la población.

Distorsiones salariales

miércoles, 23 de julio de 2025

 

Publicado en Portafolio el 23 de julio de 2025

El salario mínimo es $1.423.500, pero en realidad el costo mensual está entre $2.204.754 y $2.396.927, dependiendo de si se hacen o no aportes parafiscales.

La reforma laboral aumenta las cargas salariales y puede repercutir en mayor desempleo; así lo plantean estudios de Fedesarrollo y el Banco de la República y cálculos de los gremios. El balance general serán mayores distorsiones en el mercado laboral.

Lejos de favorecer a la población de menores ingresos, esas regulaciones los impactan negativamente. Según el Dane, entre enero-septiembre de 2019 y enero-septiembre de 2021 los asalariados que recibían menos de 0,9 salarios mínimos mensuales legales (smmlv) pasaron del 41,8% al 46,2%, mientras se redujo del 23,9% al 18,1% los que recibían entre 0,9 y 1,1 smmlv. Lamentablemente el Dane no siguió publicando estos datos, pero es probable que las tendencias se mantengan. De las cifras presentadas se concluye que la gran mayoría de los trabajadores está en la informalidad y su ingreso mensual es inferior al smmlv; que ese grupo de trabajadores registra una participación creciente en la oferta laboral; y que las leyes de salario mínimo benefician a un reducido grupo de trabajadores formales y que su participación en el total de la fuerza laboral viene decreciendo. Además, los costos de la seguridad social de los informales son asumidos por toda la sociedad mediante subsidios.

Esas distorsiones afectan toda la estructura de salarios. Según la Ocde, el salario mínimo de Colombia en 2024 equivale al 92,3% del ingreso mediano de la economía y su tendencia es creciente, pues en 2014 era el 82,1%. A manera de hipótesis, para que esto ocurra, los ingresos de lo demás trabajadores deben estar creciendo menos que el mínimo. En otras palabras, para amortiguar los crecientes costos de la contratación de trabajadores de salario mínimo, algunas empresas pueden estar optando por no ajustar otros salarios de la empresa o crecerlos menos que el incremento del mínimo.

Sin embargo, es posible que los ingresos de las personas más calificadas sí continúen creciendo, ampliando la brecha con relación a los ingresos bajos. La Ocde indica que en el caso de Colombia la relación entre los ingresos del decil 9 y el decil 1 venía bajando desde 7,7 veces en 2007 hasta 4,2 en 2018; pero a partir de ese año volvió a crecer hasta 5,4 veces en 2024. Se puede deducir que los “sacrificados” son los trabajadores de ingresos medios.

En síntesis, las decisiones sobre salario mínimo y los costos adicionales que generan regulaciones como las de la reforma laboral incentivan la informalidad laboral, pueden estar deprimiendo los ingresos de los trabajadores de ingresos medios y ampliando la brecha con las remuneraciones más altas de la economía.

Miguel Uribe y los "ninis"

martes, 24 de junio de 2025

 

Publicado en Portafolio el 24 de junio de 2025

Dos días antes del criminal atentado contra su vida, Miguel Uribe participó en el nutrido debate de presidenciables en la Convención Bancaria. Uno de los temas debatidos fue el de los "ninis", la población joven que ni estudia ni trabaja.

Según el dato más reciente del Dane, el número de ninis asciende a 2,5 millones; esta cifra, que es similar al total de desempleados en el país, representa un drama económico y social. No solo implica una carga económica para sus hogares y un desaprovechamiento de recursos en la economía, sino que también refleja el fracaso del sistema educativo del país, los problemas del mercado laboral para absorber esta mano de obra y el aumento de riesgos para los jóvenes; puede inducir problemas sicológicos como la frustración, la depresión y las tendencias al suicidio o llevarlos a la delincuencia y al consumo de drogas, entre otros.

Sobre los "ninis", Miguel Uribe resaltó que el “77% de ellos quieren estudiar. La pregunta es por qué no lo hacen. En buena parte es porque la educación no les ofrece la promesa de valor que se materialice; es decir estudian, pero no consiguen un empleo, no pueden emprender… por eso estamos proponiendo la educación multiformal”. Esta consiste en “poder estudiar sin sesgos ideológicos en instituciones públicas o privadas, virtuales o presenciales, por competencias o por disciplinas, en módulos, por meses o por años…” en una formación para el trabajo y para el emprendimiento. Propone una idea concreta: “Vamos a producir 100.000 programadores al año… Colombia debe ser la potencia en programación, desarrollo de software, análisis de datos, inteligencia artificial; vamos a volver a Colombia la principal exportadora de servicios de software en América Latina”.

Este es un enfoque crucial al cual Colombia llega tarde. En Alemania la educación vocacional surgió a finales del siglo XIX y fue copiada por Estados Unidos y otras economías europeas desde comienzos del siglo XX. El modelo crea una estrecha vinculación entre las empresas y las instituciones educativas con el fin de dar formación técnica a los estudiantes en áreas que necesita el sector productivo.

Hacerlo ahora en Colombia soluciona los problemas de pertinencia que hay en la educación del país. Actualmente, cuando los jóvenes terminan la secundaria y no pueden acceder a la educación superior se chocan con la dura realidad de no contar con alguna habilidad que les permita insertarse en el mercado laboral. Lo que las cifras revelan es que muchos de ellos se volverán "ninis".

Solucionar el problema de los "ninis" es una de las valiosas ideas de la propuesta presidencial de Miguel Uribe. El país lo necesita y por ello esperamos su pronta recuperación. ¡Fuerza Miguel!

EE.UU.: ¿Víctima de la globalización?

viernes, 11 de abril de 2025

 

Publicado en Portafolio el 11 de abril de 2025

Lo que está ocurriendo por estos días en el mundo es inaudito. EE.UU., el país más poderoso del planeta se declaró víctima de la globalización. 

En un artículo del Financial Times (“Donald Trump’s tariffs will fix a broken system”), Peter Navarro, el arquitecto de la visión comercial de Trump, expuso los argumentos que subyacen a los tristemente famosos aranceles “recíprocos”.

Según esta visión, el comercio mundial es un “sistema manipulado en contra de EE.UU.”. ¿Cómo opera en contra ese sistema? 1. Los aranceles promedio de EE.UU. (3,3%) son menores que los de China (7,5%), Vietnam y Tailandia (10%). 2. Hay un “aluvión de armas no arancelarias que utilizan las naciones extranjeras” contra EE.UU. 3. El déficit comercial acumulado de EE.UU. entre 1976 y 2024 equivale al 60% del PIB de 2024. 4. El empleo manufacturero se redujo en 6,8 millones desde 1979 por la baja del arancel NMF. 5. El sistema de resolución de disputas de la OMC es deficiente y “las consecuencias han sido catastróficas”.

La realidad es un poco diferente. 1. En la OMC los países desarrollados negociaron permitiendo a las economías en desarrollo aranceles consolidados más altos y ofreciéndoles acceso a sus mercados, a cambio de que aceptaran los acuerdos sobre propiedad intelectual (Hausmann “El punto ciego comercial de 16 billones de dólares de Trump”). 2. El International Trade Barrier Index 2023 ubicó a EE.UU. en el puesto 65 entre 88 países. Canadá, Chile y Colombia se ubicaron en el 4, 10 y 16, respectivamente, porque tienen menos barreras arancelarias más no arancelarias. Además, la elevada protección agrícola de EE.UU. distorsiona el comercio internacional en detrimento de los países en desarrollo. 3. El indicador carece de sentido económico, y Navarro no menciona que “el superávit de EE.UU. en servicios e ingresos de capital extranjero prácticamente compensa su déficit comercial en bienes” (Hausmann). 4. Es cierto, pero el empleo en servicios creció en 64 millones de personas en igual periodo y el número de profesionales, científicos y técnicos se incrementó en 6,3 millones desde 1990. 5. Según Chatam House, “entre 1995 y 2019, Estados Unidos fue demandante en 124 de un total de 593 disputas en la OMC… [y] fue demandado en 155 casos”. Desde 2019 ese sistema de la OMC no funciona por el bloqueo de EE.UU. al nombramiento de nuevos jueces.

Un tema final. La globalización puede entenderse como el conjunto de cadenas de suministro de las multinacionales, que buscan reducir sus costos y maximizar sus ganancias. De las 100 empresas más grandes del mundo en 2024, 63 son de EE.UU. De China, su archienemigo, son ocho.

Síntesis: La base de los populistas aranceles “recíprocos” son verdades a medias.

¿Quién podrá defendernos?

viernes, 21 de marzo de 2025

 

Publicado en Portafolio el 21 de marzo de 2025 

El presidente Petro y el exministro de defensa afirman que no hay un grave problema de seguridad en Colombia. Que hay unos “focos regionales de violencia”, pero los enemigos del gobierno los magnifican para desconocer los “éxitos” de la “paz total”.

De forma un tanto ridícula Petro puso en su “diario oficial”, X, un tuit según el cual la tasa de homicidios en 2024 es más baja que la de los gobiernos de Uribe y Santos. Ese argumento tiene la misma relevancia que afirmar que la actual tasa de analfabetismo es menor que la del gobierno de Rojas Pinilla. El análisis serio de los datos muestra que la tasa de homicidios se estacionó entre 25 y 26 por cada 100 mil habitantes y que la reducción observada en 2024 es marginal (26,0 en 2023 y 25,3 en 2024). Esa no es una cifra para estar contento, pues sigue siendo muy alta en el contexto global; según Unodc (2023) la media de América fue 15,0 en 2021, la de África 12,7 y la de Asia 2,1. Lejos está el presunto éxito de la “paz total”.

En gracia de discusión, algunos indicadores de seguridad mejoraron en los dos últimos años. Pero no se puede afirmar que no existe un grave problema ni tachar de mentirosos a quienes lo aseveran. Las más recientes encuestas del Centro Nacional de Consultoría y de Guarumo-Ecoanalítica muestran que la inseguridad ocupa el segundo puesto entre los temas que más preocupan a los colombianos. ¿Serán puras ilusiones?

En alguna de las paradas que haga en el país de sus alucinantes viajes por el espacio sideral, Petro debería ser informado por sus fieles fans sobre la situación real de la seguridad en Colombia. El informe debería comunicarle que según la Defensoría del Pueblo el 71% de los municipios del país tiene presencia de grupos armados: ¡790 municipios en 32 departamentos! Este organismo lanzó alertas tempranas sobre el Catatumbo desde noviembre de 2024, pero nadie en este gobierno se enteró.

Armando Novoa, jefe negociador del gobierno, en una entrevista con María Isabel Rueda, afirmó: esos grupos “en los territorios han construido lo que algunos llaman unas gobernabilidades criminales muy potentes. Controlan las economías, el empleo, administran justicia, crean sus propios sistemas de impuestos, tienen control de los gobiernos, controlan la democracia local”. Si esto no es grave o es solo un “foco regional de violencia”, es que el presidente no sabe que eso ocurre en todos los territorios de Colombia en los que no hay presencia del Estado.

En definitiva, a la mayoría de los colombianos sí nos parece grave la situación de inseguridad en Colombia. Solo nos queda recordar al Chapulín Colorado.

Deportación al revés

miércoles, 19 de febrero de 2025

 

Publicado en Portafolio el 19 de febrero de 2025

El irresponsable tuitero-presidente ocasionó una vergonzosa crisis diplomática y puso en riesgo la estabilidad económica del país, por la presunta defensa de la “dignidad” de los colombianos deportados de Estados Unidos el 26 de enero. Pero en 2024 llegaron 126 vuelos con 14.199 compatriotas deportados en las mismas condiciones que ese día; de la “dignidad” de ellos no habló Petro.

El problema es que Petro no ha comprendido que sus políticas están “deportando” a muchos más colombianos que los que dispararon su rabieta contra Trump. En el solo Catatumbo se calcula que más de 50.000 personas han sido desplazadas en menos de dos meses como consecuencia del fracaso de la “Paz total”. De la noche a la mañana tuvieron que abandonar el terruño, sus pocos o muchos bienes, la educación de sus hijos y su entorno social. Las imágenes de los noticieros permiten percibir la indigna situación que soportan miles de familias por la creciente ausencia del Estado en vastas regiones del país.

Según el Internal Displacement Monitoring Centre (IDMC) el movimiento forzado de personas por el conflicto en Colombia ascendió a 339.000 y 293.000 en 2022 y 2023; son las cifras de desplazamiento más altas en la serie que publica este organismo desde 2009.

Además del desplazamiento interno, otra manifestación de la “deportación al revés” son las personas refugiadas en otros países; según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), “son aquellas que han buscado protección en otro país tras haber abandonado el propio para escapar de conflictos, persecuciones y otras formas de violencia”. Los colombianos refugiados disminuyeron en 2022 (412.275 personas), pero se volvieron a incrementar en 2023 (475.115) y 2024 (109.756); el de 2023 es el mayor número desde 2016.

También se deben sumar las personas que solicitan asilo, que, según Amnistía Internacional, “es una persona que ha abandonado su país y busca protección contra la persecución y las graves violaciones de los derechos humanos en otro país, pero que aún no ha sido reconocido legalmente como refugiado”. Tristemente, ACNUR y la OCDE destacan a Colombia como el segundo país en el mundo en solicitudes de asilo en 2023, con 209.000 personas, y fue el que registró el mayor incremento absoluto. Las solicitudes de asilo de colombianos en 2022 y 2023 son las más altas del país desde 2013.

La “deportación al revés” en 2022-2024, entendida como la suma de las personas desplazadas por la fuerza, los refugiados y los asilados, atenta contra la dignidad humana y se correlaciona positivamente con la creciente violencia y la toma del territorio por grupos fuera de la ley. No es difícil colegir que la fuente de ese desastre humanitario es la “Paz total”.

El Petroaño 2024

jueves, 16 de enero de 2025

 

Publicado en Portafolio el 16 de enero de 2025

En su balance del 2024, Petro afirmó que la economía creció 2,9% en octubre. Esa hábil manipulación esconde que el aumento esperado del PIB en 2024 es del 1,9% y que seguimos lejos del crecimiento deseado (más de 4%), porque a este gobierno le quedó grande diseñar y poner en marcha un plan de reactivación económica por el que clamó el país en el último año y medio.

Además, a Petro se le olvidó mencionar el desastre económico al que el Gobierno del Cambio está llevando al país, y que la mayor pérdida de bienestar recae en la población más vulnerable. Veamos algunos hechos protuberantes.

La decisión de eliminar el programa Mi Casa Ya, frustra el anhelo de vivienda propia de muchos hogares y prolonga la crisis de la construcción residencial, que es gran empleador de mano de obra no calificada.

El gobierno no pagó los subsidios por servicios públicos a los estratos 1, 2 y 3; la deuda de 2024 asciende a $2,7 billones en energía y $628 mil millones en gas. Esta deuda explica el apagón en Puerto Carreño el 2 de enero. Además, ya empezamos a importar gas para el consumo de los hogares, lo que sumado a los errores de la Creg ocasionará altos incrementos de tarifas en toda la población.

El famoso chuchuchu, que agudizó la crisis de la salud, ocasionó en 2024 el cierre de 1.200 IPS, escasez de medicamentos, demoras en las citas médicas y aplazamientos de procedimientos quirúrgicos. Como consecuencia, el gasto de bolsillo de las familias está creciendo, pero, mientras la población de altos ingresos puede asumirlo, los más pobres no.

La Paz Total realmente es el Fracaso Total. Las bandas criminales operan en 24 departamentos y “gobiernan” en muchas regiones mientras el Gobierno del Cambio está cruzado de brazos. Un ejemplo del debilitamiento del Estado en 2024 fue el paro armado impuesto en el Chocó, uno de los departamentos más pobres, justo cuando vivía una emergencia por la ola invernal.

Gustavo Bolívar anunció la eliminación de los subsidios de “Colombia sin hambre", y los estudiantes que se financian con Icetex ven riesgos en la continuidad de sus estudios.

El país está ad portas de una crisis fiscal por el despelote en el manejo del presupuesto. Recortan subsidios, pero crece la burocracia; el déficit fiscal y el endeudamiento alcanzan niveles sin precedentes, y los analistas ven crecientes riesgos de sostenibilidad.

Por último, creció la corrupción. No fue solo la UNGRD para comprar congresistas, con recursos asignados a regiones pobres, sino que denunciar ante la fiscalía un caso que involucra al presidente de Ecopetrol y al hijastro de Petro, le costó el puesto al ministro Bonilla.