Artículo publicado en el diario La República el 19 de marzo de 2010
En 2009 las exportaciones de Colombia a Venezuela cayeron en 2.041 millones de dólares, por la crisis mundial y las barreras impuestas a los productos colombianos en el vecino país. Aun cuando los obstáculos se acentuaron desde julio, el impacto fuerte ocurrió en el cuarto trimestre, al concentrar el 71 por ciento de la caída del año.
Las exportaciones del sector agropecuario en ese trimestre disminuyeron en 377 millones de dólares. El 92 por ciento de esa caída se concentró en cinco productos: carne de bovino, hortalizas, lácteos, huevos y preparaciones alimenticias.
La contracción de las exportaciones industriales fue aún mayor: 1.057 millones de dólares que representaron 58 por ciento de la caída del año. Entre los subsectores más afectados están textiles, cueros, confecciones, calzado, plásticos y automóviles.
Los clamores por la diversificación de los mercados de exportación no se hicieron esperar y hay observadores que esperan respuestas inmediatas. En el mundo real es muy difícil lograr ese cambio en corto tiempo.
En Colombia hay políticas estructurales para la diversificación, mediante las estrategias de transformación productiva y de internacionalización de la economía (negociación de TLC y promoción de exportaciones de valor agregado). Pero sus resultados son de mediano y largo plazo.
También hay políticas coyunturales, para afrontar situaciones de corto plazo, como la negociación de acceso de productos específicos (por ejemplo, carne a Rusia y patas de pollo a China), realización de ruedas de negocios, y financiación para exportadores que van a sustituir mercados, entre otras.
En la coyuntura actual, los resultados de esas medidas no son fáciles de percibir por varias razones:
1. La recuperación del comercio mundial apenas comenzó en los últimos meses de 2009 y no es igual en todos los productos.
2. Los productos que tienen que abrir mercados nuevos necesitan periodos largos; este es el caso de los productos agropecuarios que tenían alta concentración en el mercado venezolano.
3. Hay productos que entran al mercado venezolano por oportunidades específicas, como el desabastecimiento, pero salen cuando ellas desaparecen.
4. El 50 por ciento de los exportadores a Venezuela son de estabilidad baja (sólo exportaron a ese mercado entre uno y tres años en la última década). Se trata de empresarios que tradicionalmente entran en las fases de expansión, pero salen en las situaciones adversas.
No obstante, experiencias anteriores muestran que los empresarios colombianos reaccionan creciendo sus exportaciones a otros mercados. Aun cuando la coyuntura del mercado mundial no permite discriminar qué parte del crecimiento exportador es por recuperación de la demanda y qué parte es por reorientación de exportaciones, hay indicios positivos sobre esta última.
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