Acople o desacople

miércoles, 30 de diciembre de 2009
Publicado en Ámbito Jurídico el 18 de febrero de 2008


Los indicadores recientes de la economía norteamericana confirman la inminencia de una recesión. El tema ha suscitado debates sobre sus efectos en las economías subdesarrolladas y sobre las decisiones que, en consecuencia, deben adoptar las autoridades económicas.

En buena parte las respuestas a esos debates dependen de la magnitud de la recesión de EE UU y de la validez de las teorías sobre el desacople (decoupling) de las economías emergentes con relación al ciclo económico norteamericano.

Sobre la magnitud hay dos posiciones. Una indica que la recesión será corta y muy suave, debido a la rápida reacción del gobierno y de la Reserva Federal (FED). El gobierno ya anunció un paquete de alivios fiscales y la FED, además de inyectar más liquidez a la economía, ha dado mensajes claros sobre su intención de seguir bajando las tasas de interés.

Esa posición se refleja en las estimaciones de crecimiento de diversos organismos. Ellas indican que la economía norteamericana desacelerará su crecimiento de 2.2% en 2007 a 1.5% en 2008, de forma que la reducción esperada (0.7 puntos porcentuales) sería similar a la observada en 2007.

La otra posición indica que la recesión será más profunda de la esperada inicialmente, porque la crisis financiera dejó de ser de liquidez y ahora es de solvencia. Según Bradford DeLong –profesor de la Universidad de California–, la primera se hubiera solucionado con las grandes inyecciones de recursos de julio-octubre de 2007. Él opina que una evidencia de la crisis de solvencia es la decisión de la FED de reducir las tasas de interés.

Aun cuando la decisión de la FED se puede interpretar como el férreo propósito de contrarrestar los efectos negativos de la crisis sobre el crecimiento, también se puede leer como el indicador de un problema más serio. Esta última percepción se refuerza con la atípica reducción de 125 puntos básicos en sus tasas de intervención en el lapso de 15 días. Adicionalmente se manifiesta en las grandes pérdidas de los principales bancos de EE UU y en la pronunciada caída de las bolsas en enero y lo corrido de febrero.

Sostienen algunos analistas que, independientemente de la magnitud de la recesión, los efectos serán moderados por el desacople de las economías subdesarrolladas del ciclo económico de EE UU. Entre los argumentos de quienes defienden esta teoría cabe destacar dos: Primero, los altos ritmos de crecimiento de las economías subdesarrolladas se mantuvieron en 2007 pese a la desaceleración de EE UU. Segundo, durante ese año, los índices de precios de las bolsas de valores de EE UU perdieron dinamismo, mientras que los de los mercados emergentes siguieron creciendo; el Standard & Poor’s 500 (S&P 500) apenas creció 3.5% en el año, en tanto que el Morgan Stanley Capital International Index para los mercados emergentes aumentó en 36.5%.

No obstante, hay quienes señalan que no hay tal desacople y que sigue vigente el dicho popular según el cual “si EE UU estornuda, el resto del mundo se resfría”. Algún analista de mercados afirmó que la teoría del desacople se derrumbó con la caída de casi todas las bolsas del mundo en enero de 2008, como consecuencia de la volatilidad de las bolsas de EE UU. Mientras que el S&P 500 cayó 12% en las primeras semanas del año, el índice de mercados emergentes cayó 16%.

Si esto es así y la recesión es profunda, cabe esperar una caída de los precios internacionales de los productos básicos y por esta vía un freno al alto crecimiento que venían registrando en las economías subdesarrolladas.

En el caso colombiano, los analistas tienden a alinearse del lado de los partidarios del desacople. Aun cuando las diversas proyecciones para 2008 indican una disminución entre 0.5 y dos puntos porcentuales en el crecimiento del PIB, ella se atribuye más al ajuste inducido por la política antiinflacionaria que a un impacto de la desaceleración de la economía norteamericana. El Ministro de Hacienda, Anif, Fedesarrollo y un codirector del Banco de la República coinciden en que la economía colombiana tiende a ubicarse nuevamente en niveles de crecimiento del 5% anual, luego de dos años de niveles no sostenibles de más del 6%.

Leonardo Villar, Codirector del Banco de la República, indicó en el reciente seminario de Anif-Fedesarrollo que la correlación entre el crecimiento de la economía de EE UU y el de Colombia es muy bajo. Adicionalmente destacó varios episodios en que las dinámicas de las dos economías se han comportado de forma opuesta.

También coinciden los analistas mencionados en que la recesión de EE UU tendrá un impacto moderado en Colombia, porque los fundamentales de la economía hoy son más sólidos que en anteriores periodos de turbulencia. Según los estimativos de Fedesarrollo, aún si la economía norteamericana sólo creciera 0.8% en este año, la economía colombiana podría crecer 4.5%.

Queda un tema de reflexión. El crecimiento de Colombia tiene más relación con la dinámica de EE UU que con la de los países asiáticos. Aún así, la turbulencia financiera iniciada en Asia en 1997 golpeó a muchas economías subdesarrolladas, incluida Colombia. La recesión de EE UU nace de una crisis financiera: ¿No habrá efecto contagio en esta ocasión?

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