¿Inflación para rato?

viernes, 25 de marzo de 2022

 

Publicado en Portafolio el viernes 25 de marzo de 2022

La inflación se “disparó” de 1,49% en noviembre de 2020 a 8,01% en febrero de 2022. Los datos son preocupantes; el nivel actual es el tercero más alto en lo corrido de este siglo, el acumulado de los dos primeros meses (3,33%) solo es superado por el del año 2000 y el incremento de precios de los alimentos (23,3%) es el más alto en 24 años.

Este es un problema global que está alcanzando niveles insospechados. La inflación de Estados Unidos en febrero es la más alta en 40 años; la de Alemania, Reino Unido, España y Canadá es la mayor en 30 años.

En Colombia hay quienes creen que, al ser un problema internacional, la política monetaria local es ineficaz. Cierto es que las cadenas de suministro tienen dificultades igual que la oferta de algunos productos básicos, pero también hay factores locales. Las restricciones por la pandemia, los programas de transferencias monetarias y otros apoyos directos generaron “excesos de ahorro”. Con la “reapertura” de la economía se desató la demanda de los hogares, que en 2021 creció el 14,6% en términos reales, mientras el PIB lo hizo al 10,6%. 

Los debates internacionales giran en torno a si las expectativas inflacionarias se desanclaron, y si los precios retornarán pronto a sus niveles de largo plazo o sí, por el contrario, habrá inflación para rato. Recientemente Olivier Blanchard afirmó que la elevada inflación en Estados Unidos puede persistir por buen tiempo (“Why I worry about inflation, interest rates, and unemployment”; March 14, 2022). Destaca la actual brecha de 12% entre la inflación básica y la tasa real de interés de la FED y la compara con el episodio inflacionario de mediados de los setenta, con una brecha de 17%; recalca que en este caso fueron necesarios ocho años y el aumento de 1.300 puntos básicos en la tasa de interés real para bajar la inflación a niveles del 4%. Además, hay incertidumbre sobre la duración de los efectos de la guerra en Ucrania en los precios de la energía, los alimentos, los insumos agrícolas y el funcionamiento de las cadenas de suministro.

En Colombia la brecha entre la inflación básica (núcleo 15) y la tasa de política monetaria es cercana al 8%. De esa brecha y de lo expuesto surgen muchos interrogantes: ¿cuánto más subirá la tasa la autoridad monetaria para cerrar la brecha? ¿cuál será su impacto en el crecimiento económico? ¿cuánto tardarán en bajar los precios? ¿qué pasará en un escenario más crítico de la guerra en Ucrania? ¿qué más puede hacer el gobierno para mitigar los efectos internacionales dada su restricción presupuestal y el abultado déficit fiscal?