Alimentos vs. combustibles

miércoles, 30 de diciembre de 2009
Publicado en el diario La República el 6 de mayo de 2008


Los altos precios internacionales de los alimentos están generando problemas a nivel mundial. Hay protestas en varios países por su escasez y la FAO declaró 36 países en crisis alimentaria. Los países importadores de alimentos bajan aranceles y los exportadores ponen barreras. La Cepal estima que el aumento de precios puede lanzar a la pobreza a 10 o 15 millones de personas en América Latina y el Banco Mundial teme que 100 millones de habitantes engrosen las filas de la pobreza en todo el mundo.

En la explicación del problema no hay una causa única, sino una desafortunada confluencia de factores. Sin embargo, hay analistas que tienden a señalar los biocombustibles como el factor de mayor peso en las alzas de precios, por su creciente consumo de maíz y azúcar y por el incremento de áreas de cultivo a costa de otros alimentos. Aun cuando es evidente que algún impacto deben tener, las cifras indican que no necesariamente son el motor del problema.

En primer lugar, no son los precios del maíz y el azúcar los que más están creciendo; los superan los incrementos del arroz y el trigo. En segundo lugar, no parece que la ampliación de áreas de cultivos para biocombustibles tenga la magnitud suficiente para explicar un impacto tan grande en el precio de otros alimentos.

Los estimativos de USDA muestran que el área cosechada de maíz en el mundo apenas creció en 1.7% anual en el año agrícola 2006/2007 y países como Estados Unidos y los principales productores de la UE tuvieron variaciones negativas. Para la cosecha 2007/2008 se espera la recuperación de las áreas en el mundo y en Estados Unidos, pero no en la UE.

Las cifras del arroz no indican desplazamiento por los biocombustibles. El área sembrada en el mundo creció en los últimos cuatro años agrícolas y se espera que también lo haga en el año 2007/2008; la producción mundial sigue igual tendencia y registra los niveles históricos más altos. Sin embargo, el consumo crece más rápido, ocasionando la reducción de los inventarios; ellos han decrecido continuamente en lo corrido del siglo y apenas se espera un ligero repunte en el 2007/2008.

Según USDA, la reciente subida de los precios del arroz se relaciona con restricciones a las exportaciones: Vietnam impuso un control que recortará la oferta en un millón de toneladas; China estableció un impuesto y cuotas, Egipto las prohibió entre abril y agosto del presente año e India las limitó. Además varios países importadores aumentaron sus compras para evitar el desabasteciendo. Moisés Naim resumió la situación así: “Los precios del arroz subieron porque tanto los países productores como los consumidores entraron en pánico”.

En el caso del trigo presuntamente podría haber un desplazamiento hacia otros cultivos, dado que las áreas cosechadas han caído en la UE; no obstante, las de maíz también cayeron en varios de esos países y no se cuenta con datos de producción de los otros bienes utilizados en la fabricación de etanol. Adicionalmente, se espera que el área cosechada mundial se incremente en 2007/2008 hasta niveles similares a los de 2005/2006. En los resultados de este cultivo es muy importante la sequía en Australia que ocasionó una reducción de su producción de 58% en 2006/2007 y la caída de sus exportaciones.

Puesto que en los productos analizados los inventarios superan el volumen de exportaciones mundiales, se puede plantear como hipótesis que las fuentes más importantes de los elevados precios de los alimentos estarían relacionadas con dos fenómenos: hay fuertes impactos del cambio climático y hay producción suficiente pero las fallas de mercado impiden una distribución óptima.

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