Depresión

miércoles, 14 de julio de 2010
Artículo publicado en el diario La República, el 8 de julio de 2010

No acostumbro a citarme. Sin embargo, en esta ocasión lo justifica un artículo reciente del nobel de economía Paul Krugman que da fuerza a la idea central formulada en mi artículo "¿W?", publicado en Ámbito Jurídico número 298.

En "¿W?" se afirma que la reciente reactivación de la economía mundial puede ser efímera, porque hay síntomas de alerta que podrían repercutir en una reducción del crecimiento. El argumento se fundamenta en el bajo dinamismo económico de diversas regiones del mundo, en la expectativa de aumento de las tasas de interés por la aparición de presiones inflacionarias en algunos países, y en la compleja situación de la Unión Europea por el problema de los bonos soberanos.

En su columna del 27 de junio en el New York Times, Paul Krugman ve un panorama más sombrío, pues afirma que el mundo está en camino a la tercera depresión mundial; las dos anteriores fueron en 1873, la Larga Depresión, y 1929, la Gran Depresión.

Según Krugman: "Podría decirse que la recesión provocada por la crisis financiera terminó el verano pasado…, pero los historiadores del futuro nos dirán que ese no fue el final de la tercera depresión, de la misma manera que la recuperación de los negocios observada en 1933 no fue el final de la Gran Depresión".

Krugman califica como erróneas las decisiones de aumentar las tasas de interés y la adopción de políticas de austeridad fiscal en la coyuntura actual, pues ellas pueden llevar al mundo a una situación de deflación y a una depresión al estilo de la del siglo XIX. En su opinión, los países de la Unión Europea que han anunciado drásticos programas de ajuste fiscal sólo han logrado que los inversionistas los perciban como más riesgosos.

Y en el caso de Estados Unidos, "la Reserva Federal parece consciente de los riesgos deflacionarios, pero lo que se propone hacer frente a ellos es nada. La administración Obama entiende el peligro de una prematura austeridad fiscal, pero, dado que ni los republicanos ni los demócratas quieren autorizar en el Congreso las ayudas estatales adicionales, la austeridad llegará bajo la forma de recortes presupuestales tanto a nivel estatal como local".

En el caso de Colombia, en materia de política monetaria, las declaraciones recientes de un Codirector del Banco de la República sobre la necesidad de mantener bajas las tasas de interés, dan un mensaje de tranquilidad. Pero en la política fiscal las cosas son más complejas, por el aumento del déficit fiscal como consecuencia de la política contracíclia de 2009.

Aun así, ante el panorama de una probable tercera depresión, las autoridades colombianas deben mantener el pragmatismo que caracterizó las decisiones que permitieron al país salir bien librado de la reciente crisis mundial.

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