2011: un año para recordar

viernes, 13 de enero de 2012
Publicado en el diario La República el jueves 12 de enero de 2012


El crecimiento económico de 2011, que se estima en 5.5%, no es el más alto del periodo reciente (en 2007 fue del 6.9%). Pero el difícil entorno en el que se logró este resultado, junto con lo observado en diversas variables, hacen que sea un año para recordar.

El entorno mundial se caracterizó por la alta incertidumbre inducida por tres factores: la crisis japonesa ocasionada por el terremoto, el tsunami, y el accidente nuclear; la compleja situación de la eurozona, vinculada al problema de la deuda soberana; y la lenta recuperación de la economía norteamericana, por la poca efectividad de las políticas de generación de empleo.

Esas presiones se vieron compensadas en parte por la sostenida dinámica de las economías asiáticas, en especial China, que mantuvieron una elevada demanda de productos básicos y altos sus precios internacionales.

En ese entorno, la economía colombiana logró significativos reconocimientos. El más sobresaliente fue la recuperación del grado de inversión, después de once años, por parte de las calificadoras Standard & Poors, Fitch y Moodys. En la sustentación de esa mejora en la calificación, destacaron la solidez de las políticas macroeconómicas, especialmente en el campo fiscal, y la capacidad de la economía para afrontar choques externos.

En el escalafón del Doing Business, Colombia siguió avanzando; por cuarto año se reconoció como una de las 10 economías del mundo que más reformas adelantaron para mejorar el ambiente de los negocios y por sexto año como la primera de América Latina.

En un estudio de J.P.Morgan que realizó una encuesta entre inversionistas internacionales, Colombia fue destacada como la segunda economía más atractiva de la región para invertir, después de Brasil.

Adicionalmente, el estudio Atlas of Economic Complexity, investigación conjunta del MIT y la Universidad de Harvard, destacó a Colombia como la quinta economía entre 21 de la región, con mayor complejidad en su estructura productiva y más alto potencial de crecimiento en esta década.

Con relación a los resultados de variables diferentes al crecimiento, sobresalen los desempeños en comercio internacional, inversión extranjera directa y desempleo.

Tanto las exportaciones como las importaciones alcanzaron niveles sin precedentes en la historia económica de Colombia. En las exportaciones se estima que su monto al final del año estará alrededor de US$55 mil millones; en gran parte, ese resultado se explica por los altos precios internacionales de los productos básicos, aun cuando también aumentaron en volumen las exportaciones de petróleo, carbón y ferroníquel.

En el caso de las exportaciones no minero energéticas también hubo un buen desempeño y se calcula que alcanzarán los US$16 mil millones, cifra similar al récord obtenido en 2008.

La inversión extranjera directa se estima que cerrará el 2011 con un monto del orden de US$13 mil millones, que es la más alta en la historia de esta variable en el país. De nuevo es el sector minero energético el que explica la mayor parte de los flujos netos de entrada (64% del total). En el resto de sectores los ingresos ascenderán a US$4.700 millones, con un crecimiento del 86% anual.

Por último, la tasa de desempleo se ubicó en un dígito, después de muchos años de mantenerse en dos dígitos, con la excepción temporal de dos meses de 2007. En esta evolución se destaca el aporte de la industria que contribuyó con el 24% del crecimiento del número de ocupados en el último año.

Todos estos aspectos hacen del 2011 un año para recordar. Cabe esperar que ellos sean un sólido fundamento para enfrentar un 2012 en el que la incertidumbre mundial puede tener mayores repercusiones en la dinámica de las economías en desarrollo.

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